(25 de abril de 1998, Massachusetts) Un fatídico día de abril, un piloto privado aterrizó su Piper PA-32-300 en el aeropuerto de New Bedford. Para asegurar su aeronave contra los ladrones, insertó una cerradura de ráfaga de viento en la columna de control del copiloto y la cerró con candado en su lugar. Este procedimiento es bastante común, excepto que el cierre de ráfagas se coloca generalmente en la columna de control del piloto. Así es difícil olvidarlo cuando te preparas para partir. Muchas cerraduras de ráfagas tienen una gran placa roja que cuelga hacia abajo para cubrir la ignición y el interruptor principal. Nunca sabremos por qué nuestro amigo, que pronto estará muerto, eligió poner la ráfaga de viento en el lado del copiloto.
El piloto salió a tomar unas copas y regresó a su avión a las 10:30 PM. Se subió al avión con 155 mg/dL de etanol en la sangre y partió sin recordar que había que comprobar que los controles de vuelo no estaban obstruidos. Un testigo del accidente informó que salió de la pista en un ángulo muy pronunciado, consistente con la instalación de una cerradura de ráfaga de viento. Por esa época, nuestro antiguo amigo se dio cuenta de que se había olvidado de quitar la cerradura de la ráfaga de viento y que su avión se pararía pronto. El verdadero problema es que la llave del candado está en el mismo llavero que la llave del encendido. Así que tenía dos opciones: intentar quitar la llave del candado del llavero mientras mantenía el avión en marcha, lo que le llevaría más tiempo del que tenía, o apagar el motor, lo que aceleraría la pérdida, y luego apresurarse a quitar el candado de ráfaga y volver a arrancar el motor. Eligió la opción B.
Pero no llegó a tiempo. El avión, cuyo curso está fijado por la ráfaga de viento, «se elevó en línea recta como un acróbata» y luego pareció nivelarse, girar hacia el noroeste y luego hacia el noreste, seguido de una «zambullida en la nariz» y un rápido descenso al suelo.
Cuando el investigador de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte llegó a la escena, descubrió que el candado y la cerradura de ráfaga de viento aún estaban instalados y el llavero con ambas llaves en el piso de la cabina.