(Noviembre 1997, Pennsylvania) Wayne Roth, de 38 años, de Pittston, fue mordido por una cobra perteneciente a su amigo, Roger Croteau, después de meterse juguetonamente en el tanque y recoger la serpiente. Wayne se negó a ir a un hospital y le dijo a Roger: «Soy un hombre, puedo manejarlo».
Rara vez se han pronunciado palabras falsas. En lugar de un hospital, Wayne se presentó en un bar. Tomó tres tragos y disfrutó alardeando de que acababa de ser mordido por una cobra. El veneno de cobra es una toxina del sistema nervioso central de acción lenta. Murió a las pocas horas, en Jenkins Township, Pennsylvania.